Introcuccion

Los robots han entrado a la vida del hombre paulatinamente, hoy en día lo hacen en forma de juguetes que son cuidadosamente diseñados para que puedan cumplir la función de una mascota con necesidades de cariño y atención pero con facultades para el entretenimiento del dueño.

Cuando se habla de mascotas inmediatamente se piensa en un animal de cuatro patas que quizá ladre, maúlle o gruña; sin embargo, hace casi diez años ese concepto cambió gracias al Tamagotchi, una mascota en forma de huevo en cuyo interior habitaba un extravagante ser virtual con necesidades de alimentación, diversión y afecto.

Este producto, original de Taiwán, fue considerado como uno de los negocios más espectaculares del mundo del juguete, ya que revolucionó al globo en tiempo récord y alcanzó a vender más de 40 millones de unidades.
Tamagotchi, Zetapets, Marapets, Nintendogs y hasta un Web Site para crear nuevas mascotas fueron los primeros productos relacionados con la idea de mantener un vínculo con un ser que aunque imaginario pudiera expresar necesidades y hasta responder a estímulos de un modo similar a como lo haría uno real. Sin embargo, lo virtual se materializó con la llegada de robots con características de mascota, inicialmente creadas por la compañía Sony, que cantando, bailando y expresando emociones inducidas por el sistema han conseguido tener un lugar importante en la vida del hombre.